La aviación norteamericana efectuó el domingo 103 salidas de aviones para efectuar bombardeos en Afganistán, 63 de los cuales estaban destinados a apoyar a la oposición contra los talibán, indicó este lunes en Washington un portavoz del Pentágono. El objetivo fueron grutas y túneles, los que ya sea en la montaña o subterráneos son normalmente atacados cuando los norteamericanos piensan que abrigan a dirigentes talibán o de la red Al Qaeda.
Los miembros de la Alianza del Norte, en tanto afirman estar preparados para atacar Kabul, pero las tropas y sus líderes confiesan estar faltos de equipamiento y municiones. “Estamos preparados, pero depende de nuestra estrategia, y de las circunstancias”, declaró el general Mohamed Qassim Fahim, ministro de Defensa del gobierno afgano en el exilio.
La resistencia, sin embargo, tiene poco material y escasas municiones. Un comandante de tanque que pidió anonimato explicó ayer que disponía de 100 litros de gasolina, es decir justo lo que necesita para ir al frente, situado a unos 30 kilómetros, y regresar.
Según las estimaciones, la oposición puede desplegar sólo a unos 4 mil hombres, frente a más de 6 mil del Talibán instalados a lo largo del norte de Kabul.
En tanto, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld habló de “progresos notables” en las operaciones militares, y el jefe del estado mayor conjunto norteamericano, Richard Myers, reveló que especialistas de guiado de los bombardeos y consejeros afectados a la oposición armada afgana fueron desplegados en Afganistán durante el fin de semana.
En el norte del país, los combatientes de la Alianza del Norte siguen luchando con los talibán para tratar de arrebatarles Mazar-e-Sharif. La captura de esta ciudad estratégica, cercana a la frontera con Uzbekistán, podría servir de base para un despliegue eventual de las fuerzas estadunidenses, 2 mil de cuyos hombres esperan en territorio uzbeko.