Estuvo secuestrado por tres años en la cárcel clandestina “Base Jaguar” Su primera detención fue en 1975 a los 13 años de edad
Una señora muestra algunas imagenes de desaparecidos durante la guerra sucia. Tres años después de su secuestro Marco Antonio Arana Murillo, fue visto por uno de sus compañeros, también secuestrado en la llamada cárcel clandestina de nombre “Base Jaguar”, cuando era conducido al baño de esa cárcel.
Aprehendido por segunda ocasión., ahora en la ciudad de México, por “el delito de ser hermano de un militante revolucionario, asesinado por el Gobierno Mexicano (sic)”, Marco Antonio Arana fue visto por Irineo Ruiz, Mauricio Miranda Gastelum y Rafael Ochoa Quintana en la cárcel clandestina y en sus testimonios los tres responsabilizaron a los funcionarios del Distrito Federal Miguel Nazar Haro, Arturo Durazo Moreno y Sahagún Vaca por la detención, secuestro y desaparición de Marco Antonio Arana, ocurrida el 17 de mayo de 1981.
En la descripción de los hechos se informa que ese 17 de mayo de 1981, elementos de la extinta dirección Federal de Seguridad, integrantes de la “Brigada Blanca” y “Grupo Jaguar”, al mando de Miguel Naza Haro y Arturo Durazo, los cuatro jóvenes fueron detenidos y trasladados a una cárcel clandestina.
Uno de los jóvenes aseguró años después: “en ese lugar que no sé dónde está escuché la voz inconfundible de Marco Antonio Arana quien hablaba para que lo llevaran a hacer sus necesidades, y entonces tuve oportunidad de verlo de manera imprevista cuando era conducido por un agente hacia el baño”.
Marco Antonio Arana también identificado como El Charro Arana o Ariel integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre había sido detenido el 26 de enero de 1975, a la edad de 13 años, en Hermosillo, Sonora, por la policía, “ya que sirvió de correo a su hermano Humberto Arana, preso en la cárcel de Navojoa y acusado de “revolucionario”.
Otro de los documentos oficiales señala el seguimiento a El Charro Arana, esta vez en octubre de 1980 cuando fue expulsado de la Escuela Normal Rural “Plutarco Elías Calles” conocido como El Quinto, en el municipio de Etchojoa, Sonora, “por encabezar un movimiento de inconformidad, así como por ser uno de los principales agitadores de esta escuela”.
De acuerdo con una de las fichas técnicas que proporciona la CNDH en su informe el 17 de mayo de 1981, Marco Antonio Arana fue “secuestrado por fuerzas paramilitares en el Distrito Federal” y trasladado a la “Base Jaguar” supuestamente cercana a la Normal Superior.
Sin embargo se tiene notificado que hasta el 11 de febrero, la señora Consuelo Murillo de Arana, madre de Marco Antonio, se presentó a una conferencia que ofrecía el entonces procurador general de la República, Pedro Ojeda Paullada para solicitarle “la presentación de su hijo preso en una cárcel clandestina”, sin que se precise una respuesta del funcionario público.